Clásico Congreve (L – 1000 metros), en el Hipódromo de San Isidro
El
comienzo de la selección
El Hipódromo de
San Isidro tiene el privilegio de ofrecer la primera competencia de
jerarquía
del proceso selectivo
de cada temporada: El Clásico Congreve (L), para productos de dos
años.
Ahí comienza el largo
camino de la selección que terminará en la segunda mitad del año, con
pruebas clásicas por
excelencia, entre las que se cuentan las que integran la Triple Corona
nacional. De ahí la
singular relevancia que ofrece esta prueba, que entre sus últimos ganadores
cuenta con ejemplares
de la talla de Team, Painter, Visa Parade o Llorón Cat.
En todos los
casos se trata de
vencedores en el máximo nivel con su primera victoria clásica registrada en la
prueba de G3 –hoy
descendida a clásico listado-, que rinde homenaje al mejor padrillo argentino
de todos los tiempos.
Hablar del Clásico Congreve (L) implica retroceder
mucho en el tiempo. Sin embargo, es interesante repasar las últimas 19 ediciones de esta carrera que
abre las puertas de la exigente ruta selectiva. Hoy por hoy, el clásico
selectivo fue descendido de G3 a listado pero no
deja de ser el primer evento jerárquico del año para la nueva generación.
La recorrida por las recientes versiones
comienza en 1995, con la victoria de Ali Bey, un hijo de Robis des Bois
que fue criado por el Haras de La Pomme y que
defendió las sedas del Stud Santa Justina. Este pupilo de Juan Carlos Etchechoury (hijo) fue dirigido por Juan
Maciel en la prueba de G3 de San Isidro y superó por siete cuerpos a Reset, tras un registro final de 54s82/100.
En 1996 la hembra Nashville Luckie superó
a los machos en 54s96/100. La reservada por el Haras Santa María de Ararás era entrenada por Carlos Daniel
Etchechoury y en aquella conquista por 10 cuerpos fue llevada a la victoria por Jorge Valdivieso. Retirada a la
reproducción, es madre de los ganadores clásicos Naipe de Ouro y Nashville Jet.
La dupla conformada por Oscar Conti y
Waldir Zancanaro se unió en el éxito de Mount Speed (Speed Boy), en
1997.
Aquel reservado por el Haras Vengador
antecedió por un cuerpo y medio a Special Force, en un tiempo de 57s84/100.
En 1998, una estrella superlativa se
hizo dueño del Clásico Congreve: Team. El hijo de Southern Halo y
Teocratita (Farnesio), nacido en el Haras La
Quebrada, precedió por cuatro cuerpos a Levy’s. En notable demostración de superioridad, el defensor del Stud El
Telón fue dirigido por Francisco Arreguy y con una actuación para el asombro comenzaba a escribir su inolvidable
historia. Team fue -sin lugar a la menor duda- uno de los mejores ejemplares de dos años de todos los tiempos en el turf
argentino y su serie clásica comenzó a forjarse en el Hipódromo de San
Isidro...
Un año después, otro ejemplar de enorme
calidad dejó su huella en el Clásico Congreve: Painter, vástago de Robin
des Bois y Panting (Vigors). Reservado por
el Haras de La Pomme, el pupilo de Juan Carlos Etchechoury (hijo) contó con la dirección de Edwin Talaverano y
superó por ocho cuerpos a Play Good, en 55s96/100. Seguido competiría tres
veces en la arena y regresaría a San Isidro en
el mes junio, donde lograría el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1 – 1600 metros), para retirarse invicto a USA.
Al igual que Team, Painter fue consagrado Campeón Dos Años de su
generación.
En 2000, otro hijo de Southern Halo se
quedó con el Clásico Congreve por amplio margen: Medal Play. El nieto de Gold Trojan era defensor del Stud Matty
y bajo el entrenamiento de Eduardo Martínez de Hoz precedió por cinco cuerpos a Right Marshal, en un registro
final de 56s19/100. Jacinto Herrera llevó al éxito al hijo de Merry Sweet.
Time West se impuso por cuerpo
y medio en 2001. El descendiente de Westbridge y Born in Time (Creativity) defendió las sedas del Stud Cosa Nostra
y demoró 55s53/100 para cubrir el kilómetro de césped de San Isidro.
Dos ejemplares de gran calidad
definieron la edición de 2002 del Clásico Congreve. El vencedor fue Vacacionado (Roy y Valery Toss por Egg Toss) y su
escolta a una cabeza fue el gran Eclipse West (Westbridge). El primero era entrenado por Juan Carlos Maldotti y
contó con la dirección de Pablo Falero. Nacido en el Haras Vacación, el nieto
de Egg Toss defendió en las pistas las
sedas del Stud RLL y aquella tarde derrotó al que luego sería múltiple titular
de G1.
El Haras Firmamento crió a cinco
ganadores del Clásico Congreve, entres 2003 y 2009, y la serie arrancó con la victoria de Casals Fitz (Fitzcarraldo
y Llers por Seattle Dancer), por medio cuerpo, sobre Trinchete (Salt Lake).
El pupilo de Miguel García fue conducido
por Edgardo Gramática y demoró 54s87/100 para cubrir el kilómetro de césped. Con los colores del Stud Eme
Ele, el nieto materno de Seattle Dancer inició una serie productiva para su
haras.
El jockey Julio García y el entrenador
Antonio De Sanzo no están acostumbrados a las victorias de jerarquía pero como binomio pudieron festejar en una de
ellas, a través del éxito de Maquiavelo, en 2004. Ambos celebraron la
victoria del hijo de Contested Bid y Comportate
(Combe), nacido en el Haras El Alfalfar y que lució las sedas del Stud 1912.
Otra victoria para el Haras Firmamento
-como criador- llegó mediante la conquista de King Nov, en 2005. El hijo
de Romanov y Queen Wonder (Southern Halo)
superó por seis cuerpos a Hand and Seal, en 56s85/100, bajo la dirección de Gustavo Calvente y el entrenamiento
de Roberto Pellegatta. Ambos profesionales volverían a obtener el G3…
El Haras Firmamento, Roberto Pellegatta
y Gustavo Calvente volvieron a festejar en 2006. Esa vez con Visa Parade, un hijo de Parade Marshal y Visalia
(Ahmad) que representó al Stud Aladino. Lavarone fue segundo, tras 54s38/100.
De nuevo el Haras Firmamento se adjudicó
la primera competencia clásica del año, de carácter selectivo. En aquel entonces, en 2007, Linda Roma (Romanov
y Cara y Linda por Parade Marshal) cosechó la nueva conquista para la cabaña de la familia Bagó y lo hizo de
manera notable. Edwin Talaverano se encargó de conducir a la pupila de Miguel García, que se convirtió en la segunda
hembra en ganar el cotejo, once años después de Nashville Luckie.
Cinco cuerpos fueron la diferencia entre
la nieta materna de Parade Marshal y su escolta Nortino, en un registro de 54s4/100. El Haras Firmamento llegaba
así a cuatro logros en el Clásico Congreve (G3), tres de ellos consecutivos.
En 2008 se impuso por cuerpo y medio Llorón
Cat, un reservado por el Haras El Alfalfar que era entrenado por Roberto Pellegatta y que -en aquella
ocasión- fue piloteado por Pablo Falero. Bigness Emperor –luego ganador de G1- fue segundo, delante de Bien Vestida,
Renixus y Cupid Lover; al cabo de un guarismo final de 54s5/100.
En 2009 dio la sorpresa Mr. Equal,
un pensionista de Juan Gutierrez que fue dirigido por Diego Gómez. Este descendiente de Numerous, nacido en el
Haras Firmamento, elevó a cinco el total de éxitos de la cabaña en la competencia. El primer clásico de la
temporada argentina, para los productos de la nueva generación.
Un año después saltó al estrellato Art
Attack. El potrillo criado en el Haras La Quebrada se convirtió en el
primer ganador clásico argentino para el
semental Russian Blue (Danehill) y superó por un cuerpo a Negrito Empero
(Emperor Jones), que por siete largos se adelantó
a Great Storm (Russian Blue), tras buenos 55s20cc. Art Attack contó con la dirección de Horacio Karamanos y lució
las sedas del Stud Rincón de Piedra, las mismas que llevó con éxito en 2011 Farsante Celebre, también pupilo de
Roxana San Millán. El hijo de Peintre Celebre fue criado por Haras La Esperanza y extendió la serie de la caballeriza en
la primera competencia selectiva de la temporada argentina.
En 2012 se impuso con contundencia West
Key (Key Deputy), un representante del Stud – Haras El Alfalfar que llevó sobre su silla a Rodrigo Blanco. El
pupilo de jorge Dulóm demoró 56s19 para cubrir la distancia. El mismo padre,
los mismos colores, el mismo establecimiento
de cría, el mismo entrenador y el mismo jinete festejaron en 2013 con Todo Tango Key, uno de los buenos
elementos que tuvo la última temporada y vencedor en el máximo nivel.
Los
más ganadores
En la recorrida por las últimas 19
versiones del Clásico Congreve (L) surge una figura superlativa y no es
otra que el Haras Firmamento, criador de cinco
ganadores en el citado lapso, incluso, ganador tres años consecutivos. Los
éxito del Haras Firmamento se produjeron en
2003 (Casals Fitz), 2005 (King Nov), 2006 (Visa Parade), 2007 (Linda Roma) y 2009 (Mr. Equal). Con una victoria
menos aparece Haras El Alfalfar (2004, 2008, 2012 y 2013), de Alfredo Camogli.
Entre los sementales son cuatro los que
ganaron en dos ocasiones: Southern Halo (1998 y 2000), Robin des Bois (1995 y 1999), Romanov (2005 y
2007) y Key Deputy (2012 y 2013). Sin embargo, en el caso de Southern
Halo se debe sumar un impacto más como abuelo
materno de King Nov, en el 2007. Incluso, Contested Bid, Parade Marshal, Roy e Easing Along también ganaron el G3
como sementales y como abuelos maternos. Contested Bid se lució como padre de Maquiavelo (2004) y abuelo de
Llorón Cat (2008); Parade Marshal lo hizo como padre de Visa Parade (2006) y abuelo materno de Linda Roma
(2007); mientras Roy festejó como padre de Vacacionado (2002) y abuelo de Farsante Celebre (2011); y Easing
Along celebró con su hijo Llorón Cat y su nieto materno West Key.
En lo que concierne a los profesionales,
por el lado de los jinetes suman dos triunfos Pablo Falero (2002 y
2008), Gustavo Calvente (2005 y 2006), Edwin
Talaverano (1999 y 2007) y Rodrigo Blanco (2012 y 2013) En cambio, entre los entrenadores domina
con tres victorias Roberto Pellegatta, ganador en 2005 (King Nov), 2006 (Visa Parade) y 2008 (Llorón Cat). Un
impacto menos suman Miguel Ángel García, Jorge Dulom, Roxana San Millán y Juan Carlos Etchechoury (hijo).
Y entre las caballerizas, Rincón de
Piedra y El Alfalfar son las únicas que pudieron repetir en los
últimos 19 años. La primera lo consiguió en forma
consecutiva en 2010 (Art Attack) y 2011 (Farsante Celebre); mientras las sedas
de la familia Camogli se lucieron en 2008
(Llorón Cat), 2012 (West Key) y 2013 (Todo Tango Key), quedando al frente como la más ganadora en el lapso de
tiempo citado.
El Clásico Congreve
es el inicio de un proceso exigente cuya finalidad apunta a la excelencia. La
misma excelencia que
persigue todo criador y todo turfman en el mundo. La excelencia que se busca
sin pausa en el maravilloso Deporte de los Reyes…
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