El peón que conformó una perfecta sociedad con Quincy Point.
Muchas veces el destino está marcado. Hace tan sólo cinco meses que Brian Miño empezó a trabajar en el stud de Juan Carlos Nievas y, en ese breve lapso, ya consiguió con Quincy Point dos triunfos selectivos sobre la misma cantidad de salidas. Primero había sido el Clásico Independencia y ahora la Polla de Productos para convertirse en el separable compañero del mejor de la generación 2014 que compite en el Nuevo Hipódromo de Las Flores.
“Hace todo bien. Es un potrillo que tiene clase hasta dentro de un box”, cuenta con un lógico orgullo este muchacho de 20 años. Una remera blanca con el logo del stud MM lo identifica en el momento de euforia entre propietarios y allegados a Quincy Point, pero también sujeta fuerte el cabestro que lo une con el zaino.
No es de muchas palabras, pero su alegría lo dice todo. “Me gustaba como había ejercitado. Le tenía mucha fe y estaba tranquilo para esta carrera”, dice minutos antes de llevar a este hijo de Pure Prize hacía el trailer que lo traslade a la localidad entrerriana de Oro Verde.
Cuando se atiende un potrillo que promete, las ilusiones también se agigantan. “Ojalá podamos seguir ganando más carreras”, confiesa al pasar. La próxima podrá ser otra prueba jerárquica en Santa Fe o intentar en los máximos. Cuando los responsables decidan el futuro de Quincy Point, Brian estará listo para hacer su trabajo y apuntar a buscarlo a la redonda triunfal; algo que ya exhibe en un par de oportunidades.
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