Movilización y conceptos claros.
Nuestra Unión se hizo escuchar y su apoderado, Hernán
García Vila, describió la situación en El Derby
Son horas claves para el
turf argentino, en su necesidad de fortalecerse, expandirse y crecer. Y en
medio de distintos tipos de expresiones, las de la Unión de Trabajadores del
Turf y Afines se registraron en las calles, con una masiva movilización de
afiliados y representantes de casi todo el país, y en lo comunicacional, con
las palabras de Hernán García Vila, apoderado de UTTA, en el programa El Derby,
en radio Güemes.
"Lo importante es
definir quiénes son los actores sociales de la hípica y quién representa a
quién, y a partir de allí poder construir lo que puede ser una ley federal del
turf. En ese marco, vemos con asombro que hay algunos que se están arrogando
una representación que no tienen y me refiero a la hípica del interior, a la de
la Patria Grande, donde el único gremio que tiene representatividad es la UTTA,
a la que dejan de lado en la mesa donde algunos pretender definir las políticas
que va a tomar el turf en el futuro. Eso es un poco el motivo que nos movilizó
y nos moviliza a seguir trabajando ", explicó García Vila.
Conocedor en lo legal y lo
hípico, nuestro apoderado continuó: “En el comunicado que sacó la Gremial de
Profesionales antes de la asamblea hablaban del turf del interior con
calificaciones muy poco felices y arrogándose la representación de un sector
que no tienen. Sí lo tenemos nosotros, que queremos ser escuchados y
visibilizados para poder seguir trabajando de manera conjunta con los actores
responsables de la actividad”.
“La mayoría de los gremios
del turf de la provincia de Buenos Aires reciben una subvención del Estado,
producto del Fondo de Reparación. Nosotros estamos convencidos de que eso
desnaturaliza la función del sindicato. El artículo 6 de la Ley 23.551 dice que los poderes públicos no deben interferir en la autonomía
de los sindicatos. ¿Qué autonomía puede tener uno para definir, aportar o
luchar por las conquistas de los trabajadores si reciben una subvención estatal
y es la misma que recibe su empleador? Cuando se tiene que hacer un reclamo o
decidir políticas para la actividad, están juntos golpeando la misma puerta de
la Lotería”, profundizó García Vila.
“Primero, los sindicatos
deben retomar la autonomía y poder opinar, proponer y aportar desde su lugar. Y
segundo, lo mismo para los hipódromos o los Jockeys Clubes. Es vital redefinir
las reglas, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires. Una fuente de
financiamiento es la subvención y también, sabemos, lo es el juego. Y en ese
punto hay un debate muchas veces equívoco de cómo ven los hipódromos centrales
lo que ocurre con las apuestas en el interior. Lo que hay que hacer es sentarse
todos los actores que representan a unos y otros hipódromos junto a los
sindicatos para definir una Ley nacional cómo se financia, promueve y
desarrolla la actividad”, extendió su exposición Hernán.
¿Qué pasa en el interior
sobre las apuestas de los hipódromos centrales y si se vuelcan en el totalizador
o no? A la consulta del panel de El Derby, detalló: “Según el artículo 121 de
la Constitución Nacional, las provincias conservan todo el poder sobre el juego
con legislaciones propias. Ahora bien, se puede y existen acuerdos entre las
provincias sobre juego de todo tipo. También, es irracional con los avances
tecnológicos en el mundo, pretender que uno puede limitar el alcance de la
señal y las apuestas y controlar eso. El único que puede hacerlo es el Estado,
en sus diversas formas. Por ejemplo, serán seguramente acuerdos entre las
distintas Loterías provinciales. Habría que tener un sistema centralizado
federal, aprovechando la tecnología, para evitar herir susceptibilidades y que
se repartan de una manera justa los ingresos para un verdadero desarrollo. Hoy,
los fondos me parece que no están yendo al desarrollo de la hípica”.
El presente requiere
cambios en lo inmediato, de forma y de fondo. “Hay un sector enorme que está
dispuesto a sentarse para dar la pelea. El que no se siente será porque no
quiere ser parte de la discusión o estará defendiendo intereses particulares. A
veces no se mira a los que más representan, sino a los que están cerca del
centro y eso es un error que, entiendo, las autoridades actuales no van a
cometer. Hay muchos que tienen apenas un puñado de afiliados y no son realmente
representativos de la actividad, y lo mismo con los hipódromos. Hay tres que
están cerca del centro y más de 30 en el resto del país. Es posible unirse y la
UTTA no sólo está dispuesta a sentarse, sino que convoca a mesas sectoriales,
regionales, para poder cambiar cosas”.
A los 44 años, García Vila
ofrece su experiencia: “El turf es el que tiene que buscar las soluciones y
proponerlas. No tenemos que exigirles soluciones a los gobernantes. Tenemos que
llevárselas, mostrarles las necesidades del sector, cómo se pueden solucionar y
con qué recursos. El tema es unificar nuestro proyecto y llevárselo resuelto.
La actividad puede correr riesgo. Es el momento de pensar en la hípica toda y
no en los intereses particulares. Hoy hay comunicación, pero no para definir
políticas o construir algo. La dirigencia de los Jockeys Clubes e hipódromos
deben hacer una autocrítica en cuanto al rol que estuvieron ocupando hasta
ahora y ver cuán responsables son de los problemas de la actividad actuales.
Hay que construir desde el interior hacia el Centro. No puede quedar en manos
del Jockey Club el manejo del turf y que defina las políticas, como el caso de
San Isidro, cuando recibe una subvención estatal”.
Y finalizó: “Me frustran
las mezquindades de algunas personas. El cambio es inevitable, vienen
generaciones más jóvenes con un enfoque distinto, la tecnología avanza y se van
borrando barreras que parecían imposibles, como esto de tener una señal, codificarla
y manejarla discrecionalmente. Hoy es impensado que uno puede controlar hacia
donde van las apuestas. Hay que tener una visión mucho más amplia. Debemos
saber ocupar el lugar que están dejando los que estaban antes e invitar a los
jóvenes que están interesados y demos las peleas que hacen falta. Hay
hipódromos en las provincias que están haciendo las cosas muy bien, sin
subvención, como la UTTA, que es un sindicato que sigue apoyando el desarrollo
de la actividad”.
La huelga que obligó a
cancelar las carreras del domingo en San Isidro, con suspensiones provisionales
masivas a jockeys incluidas, obliga a abrir la mesa de diálogo y definir las
posiciones de cara a la reconstrucción de la actividad.
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