La máxima fiesta tucumana incluyó nuestra Copa.
En la tradicional jornada del Jardín
de la República, una carrera llevó la denominación de la UTTA y se entregaron
reconocimientos por la trayectoria a dos trabajadores.
Cada 24 de septiembre, el Hipódromo de
Tucumán es una fiesta. No resultó la excepción este sábado, en una memorable
jornada que incluyó varios clásicos y el Especial Copa UTTA - OSPAT, una prueba
sobre 1800 metros que se adjudicó el caballo Creo en Dios, por cuatro cuerpos.
En representación de la organización
estuvieron nuestro Secretario Tesorero, Luis Leguiza, y Stefanía Felice, Vocal Titular, quienes en la
ceremonia de premios confirmado el marcador entregaron los trofeos al jockey,
Sergio Barrionuevo, al entrenador Julio Seme y a los propietarios, Camila,
Sebastián y José Luis García, titulares de la caballeriza Seba y Cami. Una
familia del riñón de la hípica tucumana tan cercana a los sentimientos de la
industria.
El hijo de War Command dominó al llegar a
la recta final y tomó distancia del grupo de rivales para sellar la victoria en
1’56” 2/5 sobre Don Jonrón. Más tarde, entre las múltiples ofertas
sobresalientes de la reunión se registró el brillante triunfo de punta a punta
en el Gran Premio Batalla de Tucumán (2000m) de un ejemplar que reafirmó el
concepto de turf federal: Eritrean, entrenado en Santa Fe y que venía de
imponerse en el hipódromo cordobés de San Francisco, fue esta vez amo y señor
en Tucumán, al cabo de 2’6” 2/5.
Por otra parte, otro momento de profunda
emoción durante la tarde resultó el aplaudido reconocimiento a la trayectoria
en la actividad hípica, beneficio que otorga nuestro sindicato con una bandeja
conmemorativa y un presente, que recibieron Andrés Eduardo Gutiérrez y Víctor
Manuel Assad, ambos con una etapa extensa de trabajo en ese hipódromo y comenzando
su etapa pasiva.
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