Daniel Díaz y un merecido trofeo a su constancia.
Es uno de los jockeys con
vínculo directo al Nuevo Hipódromo de Las Flores. A sus 49 años mantiene
vigencia y, en un reñido desenlace, se encargó de llevar a la victoria en el
Clásico Independencia al potrillo Quincy Point.
Cada vez que se consulta al programa
oficial santafecino, en la columna de jockeys el nombre de Daniel Díaz aparece
casi en todas las competencias. Es un profesional que cumple tareas de
galopador durante ...las mañanas de ensayo y se calza la
chaquetilla durante las jornadas hípicas. Hace lo que lo apasiona y en la
reciente reunión de Las Flores tuvo una alegría diferente al obtener el cotejo
selectivo sobre la cruz de Quincy Point.
Ya había inaugurado la fecha
con una positiva faena en el triunfo de Saymor. Lo curioso del caso es que en
“su” doblete ambos ejemplares eran debutantes y lo hicieron en forma ajustada,
actuando junto a los palos. “A lo que siempre apunta uno es a ganar carreras.
Estoy muy feliz”, profundiza a modo de balance.
Desde
los 200 a la raya, Quincy Point se marchaba sin marcas hacía el disco. La
postura de Daniel Díaz le daba ese plus para que el potrillo pueda despegar su
acción. De golpe, la sentencia parecía cada vez más lejana y metía miedo la
atropellada de Synpotic.
“Es verdad que se quedó sin
resto en el final, pero hay que tener en cuenta que era su debut y lo hacía
sobre pista estaba pesada”, comenta quien acababa de sumar el segundo
Independencia de su trayectoria. “El primero fue con Progenitor”, recuerda.
Díaz participa en forma
frecuente con ejemplares que viajan a Buenos Aires. Y es ese tipo de fustas con
los atributos indispensables para convertirse en protagonista central, cuando
es momento de exhibir ese plus para llevar a un caballo a la conquista.
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