Nuevo Hipódromo de Las Flores

Una corazonada que dio en la tecla justa. 

A Quincy Point, el potrillo que debutó con éxito en el Clásico Independencia (1400 metros) fue elegido por uno de sus propietarios en la cabaña donde presta servicios Pure Prize. Un caso, entre tantos, donde se demuestra que muchas veces el destino está marcado.   

Los colores de la caballeriza “MM” son oriundos de la localidad entrerriana de Paraná y, tanto por cercanía como afecto por el Nuevo Hipódromo de Las Flores, sus pensionistas suelen correr muy a menudo. Víctor Moreyra, de 21 años, es junto a su padre uno de los dueños de Quincy Point y el sábado festejó una conquista muy especial porque mucho tuvo que ver en la decisión de compra.

“Me gustaba mucho la sangre y me incliné por eso. Fuimos en búsqueda de Quincy Point y, además, sumamos una hija de Catcher In The Rye. Mi viejo me dio la libertad para optar entre varios productos”, dice Víctor con el trofeo selectivo en mano acompañado de ese orgullo por un acierto que promete. 

La familia Moreyra logró el año pasado una sólida victoria en la arena santafecina por intermedio de Kiran, que luego repitió en San Isidro en ocasión del Clásico Embrujo (L). Cada conquista tiene su encanto y el entrevistado considera que: “aquella vez el triunfo había sido más impresionante. Ahora (por lo del Independencia) es valioso porque hay que tener en cuenta que el potrillo debutaba y lo hacía sobre pista pesada”.

El fallo final a favor de Quincy Point quedó sentenciado al pescuezo de Synoptic. Víctor Moreyra reconoce que “se asustó un poco en el final”, aunque esa adrenalina de un final reñido es parte del hermoso mundo del turf como también lo debe significar ese momento de designar un potrillo entre una variedad de opciones.



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