Ante la preocupación por el futuro
del Hipódromo, estiman que 50 familias dependen de la actividad
El
veterinario Marcelo Valle, vinculado al ambiente del turf, compartió su mirada
frente al alerta que encendió una eventual disminución en los subsidios por
parte del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, en el marco del paquete de
medidas impulsadas contra el juego.
El
profesional se enfocó en la cantidad de personas que dependen de la actividad
en Tandil al estimar que cerca de medio centenar de familias tiene vinculación
con el Hipódromo local, y abonó así la visión del sector como generador de
empleo.
En tanto,
también deslizó que el circo de carreras local debería ser gestionado por
tandilenses y si bien evitó ahondar en detalles, admitió la existencia de un
grupo de personas interesado en trabajar en esta línea.
Tras un
repaso de las distintas variables que intervienen en la problemática, Valle
garantizó que el Hipódromo “no va a cerrar”, pero no descartó una posible
“merma en la actividad”. No obstante se mostró esperanzado en que “la
Gobernadora entienda lo que es la actividad hípica, aunque pida reglas más claras”.
Un abordaje
de la situación
de la situación
En
diálogo con El Eco de Tandil, Valle sostuvo que
la problemática planteada es “más grande” ya que la posible baja de los
subsidios no solo afectaría a Tandil sino también a los hipódromos de San
Isidro, La Plata y Azul.
Analizó
el contexto y marcó que será relevante conocer si se retira la totalidad del
aporte o solo un porcentaje que, según el caso, permitiría un margen para
continuar con las prestaciones.
“La
dirigencia hípica a nivel nacional se quedó muy dormida porque se conformó con
el subsidio y no hizo una gran promoción del turf como industria”, cuestionó.
Al
abordar la decisión que adoptó la gobernadora María Eugenia Vidal de avanzar
hacia el sector en la lucha contra el juego, el profesional la calificó de
“equivocada” ya que el turf es una actividad “generadora de trabajo” y además,
en el juego, tiene “cero incidencia”.
Es por
esas razones que “se ayuda desde el Estado a la industria, al que trabaja, no
al que apuesta”, explicó y aclaró que el Fondo Reparador de Turf no se conforma
con el aporte de los contribuyentes bonaerenses sino con los recursos que
genera el uso de las máquinas tragamonedas.
“El
Estado subvenciona una producción que da trabajo” y que en la provincia de
Buenos Aires se traduce en unas “100 mil personas que vivimos directamente del
turf”, que se inicia en los haras donde se crían los caballos (empleados del
campo, veterinarios, ingenieros agrónomos, entre otros), y continúa con la
venta de potrillos mediante compañías que se dedican a eso y con el comprador.
Para
Valle el turf es la actividad hípica “más importante” en Argentina porque “es
la que siempre marca la tendencia”.
La actividad
en Tandil
en Tandil
En el
caso de Tandil, se organizan carreras una vez por mes según lo que establece la
ley, y los subsidios que otorga el Estado debe ir al mantenimiento de las
pistas de carrera y a premios.
Indicó
que es bajo el nivel de apuestas en el Hipódromo e insistió con que “el
problema no es el juego”.
El veterinario Marcelo Valle opinó sobre la situación que se avecina
frente a la eventual reducción de los subsidios de la Provincia.
Al
abordar la situación actual, Valle sostuvo que en la ciudad “no se ha logrado
la explosión en la actividad que nosotros quisiéramos que tenga”, más aún en
comparación con Azul.
No
obstante, estimó que en la ciudad “trabajan y viven” de esta actividad entre 40
y 50 familias. “Somos muchos menos que en Azul porque es otra idiosincrasia”,
enfatizó, por eso llamó a “trabajar y fomentar” un sector que “deja plata” en
Villa Aguirre.
Independientemente
de las carreras, que son una vez al mes, el veterinario indicó que “lo
importante son los propietarios que tienen caballos en el Hipódromo y que todos
los meses pagan su pensión”.
“Gente de Tandil”
En otro
pasaje de la entrevista, el dirigente del massismo abordó el escenario en caso
de que la actual concesión de la pista de carreras decida dar un paso al
costado ante la imposibilidad de sostener la estructura si disminuye el aporte
del Estado. Y señaló que el Jockey Club de Azul “tiene un contrato que se le
vence en agosto” de este año, con prórroga hasta diciembre.
No
obstante, y sin brindar mayores precisiones, adelantó que “la idea es que gente
de Tandil maneje el Hipódromo”, en referencia a una propuesta que incluye a
personas “con ganas de trabajar y colaborar”.
Aclaró
que esta postura dependerá de la decisión del club Hípico, entidad propietaria
del predio de Peyrel y Darragueira. “Si el Estado se retira, obviamente es
mucho más difícil; esperamos que la Gobernadora entienda la importancia de la
industria y vemos bien que luche contra el juego, pero el turf no mueve el
amperímetro en cuanto a la ludopatía”, ratificó.
Al volver
sobre la intención de un “grupo que se ha ofrecido para colaborar” con la
administración de la pista de carreras local, revalidó que la institución
tendrá la última palabra.
Nota
proporcionada por: El Eco de Tandil.
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