CABA, 31
de Enero de 2017
La Unión de
Trabajadores de Turf y Afines (UTTA), gremio que lidera Carlos Felice, realiza
junto al Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA), un Proyecto de
Investigación sobre los procesos y actividades laborales de los trabajadores
del turf y sectores afines.
Cora Arias, investigadora de CONICET y quien en conjunto con UTTA
comenzó a desarrollar este estudio sobre la Industria Hípica, habló sobre la
experiencia.
“En el Turf existe gran pasión por el oficio”
Lo
sostiene la investigadora Cora Arias, que desde hace 10 años pertenece al
CONICET y en conjunto con UTTA, comenzó a desarrollar un estudio sobre la
industria hípica con el objetivo de fomentar la actividad. En esta primera
etapa, el Nuevo Hipódromo de Las Flores y el de San Isidro fueron los
escenarios elegidos.
Se conoce que el
turf es una industria sin chimenea y con esa premisa, la Unión de Trabajadores
del Turf y Afines (UTTA), inició una profunda y detallada investigación junto
al Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA), en la que ya se
entrevistaron, en el primer tramo de este proyecto, a diferentes actores
de la actividad.
La encargada de
conversar con peones, capataces, jockeys, entrenadores, transportistas,
personal administrativo, entre tantas otras funciones fue Cora Arias, de 37
años, investigadora del CONICET y quien desde CITRA colabora en el Proyecto de
Investigación sobre los procesos y actividades laborales de los trabajadores
del turf y sectores afines.
Sobre una
conclusión de lo que procesó de su labor, declaró que: “Es una actividad muy
particular y federal. El objetivo es poder mostrar lo que se hace y la cantidad
de fuentes de empleo que se generan”, y agregó: “Cuando se elaboran datos, se
consigue una herramienta política para el sindicato”.
Uno de los puntos
que a Arias más le sorprendió en forma positiva es el entusiasmo que
tienen los trabajadores hípicos por sus puestos y al respecto, dijo: “En
el turf hay una marcada pasión por el oficio. No suele suceder en la mayoría de
otros trabajos. Hay mucho esfuerzo personal en cada uno de los
trabajadores. Conocí interesantes historias de vida”.
Esta primera etapa,
que tuvo lugar en junio de 2016 en Las Flores y la tercera semana de enero 2017
en San Isidro, busca relevar información de la forma más descriptiva posible
para luego realizar una etapa de diagnostico. “No se requieren grandes
inversiones para reflotar esta industria”, se entusiasma Cora Arias, una
investigadora que conoció el sacrificio y empeño de los trabajadores hípicos.
Hace tiempo que lo
suyo está vinculado a las diferentes problemáticas laborales de otros sectores.
“Excepto los datos que nos brindaron desde UTTA, hay poca información.
Hay mucho por hacer en el turf. Las indagaciones fueron muy útiles”, cierra en
el mano a mano y con la sensación de haber conocido una faceta muy valiosa.
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