Mar del Plata


Hipódromo de Mar del Plata.


El relativamente joven hipódromo de Mar del Plata, va camino a una lenta pero segura desaparición, pese a los denodados esfuerzos de grupos inversores, cuidadores, jockeys y gente de la clase trabajadora del mismo.

Lo que un día fue, ya nada es lo mismo, desaparecieron misteriosamente mampostería, vidrios, tribunas de maderas, alambrado y todo lo que pudiera ser extraído.

Quienes tuvimos la oportunidad de verlo en actividad sabemos de su grandeza, su extraordinaria estructura y su triple pista de carreras, principal, auxiliar y de trote.

Pero eso es historia y no siempre termina de la mejor manera, ahora para poder varear o trabajar algún caballo, los mismos cuidadores se tienen que poner a trabajar para tener la pista en condiciones, y gracias a la gran ayuda del Sr. Quiroga que consiguió tractores y herramientas para poder llevar a cabo la obra.

Este hipódromo corrió su última carrera el día 19 de marzo de 2006 y desde entonces está en foja cero, sin que se tomen determinaciones importantes o algún directivo o ente municipal tome carta en el asunto.

En el año 1978 se inauguró este hipódromo, su comisión directiva creó entonces el Jockey Club Mar del Plata, actividad que se desarrolló durante veintiocho años, hasta que finalmente, por diferentes motivos que fueran, su quiebra definitiva quedó plasmada y selló la suerte de los trabajadores del turf.

Si este hipódromo hoy en día estuviera en actividad, se abriría y completaría el ciclo del llamado “Callejón hípico” compartido con el hipódromo de Tandil y Azul, abriendo de esta forma una gran posibilidad para la gente del interior o un punto de inflexión para proyectarse luego a los hipódromos de La Plata, Palermo y San Isidro.

Finalmente esta sería la meta de esta nota, reinserción laboral, devolver a la gran familia del turf de la Argentina, sus puestos de trabajo, profesión y diversión que también le corresponde al que trabaja arduamente.

O en su defecto seguir el camino de la inactividad o retrospectiva indefinidamente o como dice en la milonga Pa´ Don Segundo de José Larralade…

“El rancho se hizo tapera, ya no titila el farol, una ventana cerrada donde ya no entra el sol. El yuyo se fue arrimando, como pa´ ver qué pasó.”

PUROS DE CARRERA
Roberto Oscar Rodríguez
robertorodriguez2006@yahoo.com.ar

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