Hipódromo Las Flores (Sta. Fe)

Trabajadores y artífices de la transformación. Por Carlos Felice

El 29 de abril de 2003, el río Salado desbordó su cauce y se abrió paso arrasando con su furia todo cuanto se interpuso en su camino. Las familias del turf fueron las primeras damnificadas, porque en el terraplén oeste el río arrasó al Hipódromo y pronto tomó la ciudad en la peor catástrofe hídrica de la historia de Santa Fe. Recordaremos siempre a quienes ya no están y no olvidaremos la inacción de quienes tenían responsabilidades primarias para evitar esta tragedia.
Pero las imágenes que acompañarán a quienes estuvimos allí hasta el final del recorrido, que nos han templado el alma y el espíritu para saber resistir, también nos han servido para saber amar y dar lo mejor desde lo más recóndito de nuestros corazones. De la tierra arrasada tomamos la fuerza necesaria para emprender la reconstrucción. Y a partir de allí comenzamos a escribir una nueva historia en la que los trabajadores del turf somos los verdaderos protagonistas de la transformación.
El desastre de 2003 ocurrió en vísperas del Día del Trabajador. Diez años después, nos enorgullece celebrar el 1 de mayo con el Nuevo Hipódromo Las Flores como emblema. El esfuerzo, la perseverancia, la fuerza y el trabajo han dado sus frutos. Al recuperar nuestro querido Hipódromo los trabajadores hemos recuperado mucho más que nuestros puestos de trabajo, nuestra identidad y lugar de pertenencia. Con Las Flores recuperamos también nuestra capacidad de soñar y hacer realidad ese sueño.
Los artífices de esta epopeya somos los trabajadores de las provincias, que enfrentamos momentos duros y supimos levantamos. Gracias por acompañarme en este recorrido, difícil en algunos tramos por las piedras que nos ponen, y porque no siempre recibimos el apoyo ni el reconocimiento merecidos. Pero una historia de luchas nos impulsa, y hacia allá vamos, a seguir construyendo entre todos el turf de la patria grande que nuestra Argentina nos reclama.
¡Feliz Día del Trabajador, compañeros!

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