Hípica de La Argentina

Indy Point ganó el Jockey Club, con chapa de crack
 
Venció con autoridad a Big Cazanova en el Gran Premio Jockey Club; será otro año sin triplecoronado.
San Isidro, Provincia de Buenos Aires, Argentina.- La figura potente de Indy Point se recortó en la boca de la recta final de San Isidro, pero desde que largó el Jockey Club su imagen parecía brillar más que ninguna, con el segundo puesto que ocupaba en el desarrollo.
A lo mejor era por el cuerpo erguido de Gonzalo Hahn -un rasgo característico del jinete-, dedicado hasta el último músculo a sostener las riendas de un potrillo que se salía de la vaina. Como si quisiera sacarse rápido la espina que se le clavó el día de la Polla, cuando quedó segundo a medio cuerpo de Sol Planet.
Dobló el codo a la cincha del puntero Rival Dan, Indy Point. Ya se sabía cuál era el caballo más poderoso. Todo era más entendible ya. Los triunfos en el Estrellas Juvenile (G 1) y el Cané (G 2), la notable actuación en el comienzo de la Triple Corona, donde su clase le dio hasta para venir adelante a contramano de sus hábitos.
Y más sólido se volvió todo desde que pasó al frente. Big Cazanova le había seguido los pasos como si supiera cuál era el camino, la guía. Pero Indy Point nunca dejó que el caballo que vino de Perú se le acercara, ni aún en su más sensacional entrega desde que está aquí, conmovedora porque hace menos de un mes vivió la más traumática experiencia, en las gateras de la Polla.
Faltaban unos metros para el disco y Hahn se volvió a parar en los estribos, pero esta vez para festejar. Big Cazanova fue segundo a dos cuerpos, tres cuartos delante de Di Giorgio, que al igual que el ganador salió de la selección de La Plata, y repitió la clasificación de la Polla. Más lejos, Johnny Guitar finalizó cuarto. Su victoria en las Dos Mil Guineas, ante Winning Prize, también quedó lejos.
Corsalone tampoco respondió al alentador Ensayo, quinto, y Sol Planet resultó sexto. Amagó con venirse por los palos, en el derecho, pero chocó. No tuvo ayer la alfombra roja sobre la que ganó la Polla.
Como Hugo Pérez, el entrenador que celebró hace un mes, Raúl Ramallo compartió la premiación. Y también con un hijo, Lautaro, de 14 años. El cuidador enumera un par de buenos caballos que preparó, y Lautaro, futuro jinete, hace aportes. "El Montevideo", apunta cuando el padre se queda pensando qué Grupo 1 ganó con Evocado. Hace quince años que Raúl colgó la fusta. "Me gusta la profesión de cuidador; me dio satisfacciones."
Ésta es la mejor, asegura. "Indy Point tiene lo que tienen los caballos buenos. Es manso, muy tranquilo." Se notó en la larga espera de los partidores de la Polla. Y se nota en su ductilidad para adaptarse a las circunstancias de una carrera.
Ramallo corrió a la madre, Red Point. "Ganadora de tres", recuerda. Una de las yeguas que Felipe Loivisi tiene en el haras La Quebrada, donde la sirvió Indygo Shiner. "Cuando dejé de correr, Felipe me dio los primeros caballos para cuidar." Hay mucho más que una relación de propietario-entrenador entre ambos.
Los espera el Nacional, para seguir diluyendo "el sabor amargo que nos quedó después de la Polla". Aunque ahora tenga la sensación de que por medio cuerpo no está en la puerta de la Triple Corona.
LaNacion.com / DINGNews.com 15/10/2012

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